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Menopausia

Climaterio y menopausia

En Ginecenter, nuestra ginecóloga especialista en climaterio y menopausia, Dra. Madriz, le asesorará sobre las diferentes opciones de tratamientos para combatir el malestar originado por los síntomas de la menopausia, adaptándolos a la condición individual de cada paciente

El climaterio es la fase de la vida que comprende los años de transición entre la fase reproductiva y la no reproductiva.

La menopausia se conoce como la última menstruación (término que se confunde a menudo con climaterio) y suele aparecer alrededor de los 50 años; aunque en algunos casos tiene lugar antes de los 40 años (menopausia precoz) o, por el contrario, con más de 55 años (menopausia tardía).

Una reciente revisión revela que la esperanza de vida de la mujer en España se sitúa, gracias a la mejora de las condiciones de vida y la constante mejora en la calidad de los sistemas sanitarios de las sociedades desarrolladas, en los 86 años.
Cuando llega la menopausia, la mujer tiene aún un tercio de su vida por delante. En esta nueva etapa cesan los períodos menstruales y los síntomas que pueden acompañarlos, ya no es necesario el uso de un método anticonceptivo y es posible experimentar la sexualidad sin el temor a un embarazo no planificado. La independencia de los hijos, la realización profesional y la experiencia adquirida pueden convertir esta etapa en una oportunidad de disfrutar de más tiempo libre para sí misma y cumplir deseos que fueron pospuestos. 

Es momento para nuevos retos.

Para mantener una buena o aceptable calidad de vida en esta fase, es importante conocer los principios de una vida sana y los logros y avances de la medicina (al alcance de cualquiera en la consulta médica o centro de salud) para aprender a vivir de forma natural y positiva los cambios del cuerpo y de la mente que tienen lugar paulatinamente con el aumento de la edad.

Sintomatología

En esta etapa aparecen cambios hormonales, concretamente la disminución paulatina de los niveles de estrógenos, que impacta de forma negativa a diferentes niveles: como los genitales, el aparato urinario, los huesos, el sistema cardiovascular, e incluso a la esfera emocional y cognitiva.

Los principales síntomas, además de las irregularidades del ciclo menstrual y la amenorrea definitiva (menopausia), son fundamentalmente tres:

Trastornos vasomotores

Principalmente, sofocos y sudación. Se deben a una desregulación del centro termorregulador y aparecen con frecuencia variable en el día y la noche produciendo en estos casos insomnio y cansancio.

Atrofia o síndrome urogenital

Se producen cambios en la vulva, vagina y vías urinarias inferiores (vejiga y uretra), produciendo:

  • Sequedad, ardor, picor, adelgazamiento de las paredes vaginales (y a más largo plazo estrechamiento vaginal), lo que puede originar dispareunia (dolor durante la penetración).
  • Pérdidas de orina por debilitamiento del suelo pélvico, tanto de esfuerzo como de urgencia.

Osteoporosis

La disminución de la masa ósea está asociada a la edad en hombres y mujeres, sin embargo, en la mujer, la disminución de los estrógenos produce un aumento significativo de la incidencia de osteoporosis en relación lo que crea un mayor riesgo de sufrir fracturas osteoporóticas (de cadera, de vértebras, del antebrazo, etc.).

Los principales síntomas además de las irregularidades del ciclo menstrual y la amenorrea definitiva (menopausia), son fundamentalmente tres:

Tratamiento del climaterio ("menopausia")

La conducta pasiva que caracterizó la práctica médica en el pasado y que básicamente nos convertía en meros espectadores de unos cambios que parecían sucederse de forma irremediable, se ha venido sustituyendo por un abordaje integral enfocado a la prevención y al tratamiento de enfermedades que aumentan su incidencia en esta etapa. Enfermedades como la osteoporosis, el síndrome genitourinario, las patologías cardíacas y de los vasos sanguíneos, así como el cáncer de mama, entre otros, pueden ser prevenidas o diagnosticadas en etapas precoces, garantizando de esta forma el bienestar de la mujer.
A pesar de los posibles tratamientos, es importante cumplir con una serie de recomendaciones generales como: ejercicio físico (se recomienda especialmente la marcha, la natación y el baile o la danza), alimentación equilibrada (rica en fibras, calcio y vitamina D y A) y el efecto perjudicial del tabaquismo y el consumo inmoderado de alcohol en el bienestar corporal y mental.