El dolor menstrual o dismenorrea (término médico) es aquel que se presenta coincidiendo con el período menstrual.
Generalmente antecede al sangrado y según su causa, su duración es variable. Puede ir desde leves molestias hasta dolores intensos que comprometen la vida social y laboral de la mujer que la padece.
Puede llegar a afectar hasta una tercera parte de las mujeres. Se han identificado algunos factores de riesgo dentro de los que destacan el hábito de fumar, el consumo de alcohol durante los días del sangrado, el sobrepeso y el hecho de haber tenido la primera menstruación antes de los 11 años.
Se localiza en la parte baja del abdomen, aunque puede incluir a la zona lumbar. Se trata de un dolor a tipo cólico que puede aparecer como único síntoma o acompañarse de otros diversos como náuseas, vómitos, decaimiento, dolor de cabeza, diarreas o incluso desmayos.
Hablamos de dismenorrea primaria cuando no está asociada a patología. En este caso la exploración física y el examen ecográfico revelarán un tracto genital sin alteraciones. Se presenta en adolescentes y mujeres jóvenes por debajo de los 25 años, generalmente sin hijos y la duración del sangrado suele ser de 1 a 2 días.
Sin embargo, la dismenorrea secundaria es un síntoma consecuencia de una enfermedad ginecológica subyacente como los miomas uterinos y la endometriosis entre los más comunes. En estos casos la aparición de menstruaciones dolorosas tendrá un inicio más tardío, generalmente después de los 30 años, en mujeres que pueden haber parido y la duración del dolor puede extenderse a todos los días que dure el sangrado.
Así como la causa puede variar, la forma de abordar esta entidad no será igual para todas las pacientes. Una evaluación especializada determinará un diagnóstico correcto y el manejo adecuado en cada caso.
