Los métodos anticonceptivos que existen son:
- Métodos de barrera.
- Píldoras anticonceptivas.
- Anillo vaginal.
- Implante subcutáneo.
- Dispositivos intrauterinos (DIU).
- Anticoncepción inyectable.
El mejor método anticonceptivo es el que utilizará de manera regular, el que cree más confianza a la mujer y su pareja, y aquel que no causa efectos secundarios molestos.
El uso incorrecto es una de las causas más frecuentes del fallo del método. En ocasiones menos frecuentes el fracaso de la medicación o del dispositivo también pueden ser la causa del fallo en la planificación familiar.
Ciertas opciones como los dispositivos intrauterinos (DIU) y el implante subcutáneo tienen un riesgo más bajo de fracaso (embarazo).
El motivo por el que éstos son más seguros es que son los más fáciles de usar y se utilizan de manera más correcta. La eficacia del método no depende de la mujer.
En general, los métodos anticonceptivos que están diseñados para usarse en el momento del sexo. Por ejemplo, el preservativo y el diafragma son generalmente menos seguros que otros métodos de uso programado y más planificado como el DIU y la píldora anticonceptiva.
Cómo escoger el mejor anticonceptivo
Además de la comodidad que cada mujer experimenta con los distintos tipos de anticonceptivos, el factor más importante a tener en cuenta es su composición. Los anticonceptivos más populares combinan estrógeno y gestágeno. La eficacia, es decir la anovulación que evitará el embarazo, depende del gestágeno, mientras que la seguridad depende del estrógeno.
Efectos beneficiosos de los anticonceptivos
Con la combinación de estrógeno y gestágeno se obtienen otros resultados beneficiosos (no contraceptivos) que no aumentan los efectos adversos. Entre ellos, se incluyen la disminución del sangrado menstrual, disminución de la dismenorrea y síndrome premenstrual, disminución del acné y del hirsutismo.
Además, se ha demostrado que las píldoras con ambos compuestos previenen patologías como el cáncer ovárico y de endometrio (útero) y endometriosis. También se ha observado que este método anticonceptivo se asocia a una menor incidencia de la enfermedad inflamatoria pélvica debido a los cambios en las características del moco cervical, si bien no evitan la infección por chlamydias o gonococo.
Por último, la píldora también suele recomendarse para tratar el síndrome de ovario poliquístico o SOP (anovulación crónica), el cual se asocia al ciclo menstrual irregular.
Aunque los anticonceptivos más populares combinan estos dos componentes, disponemos de otras formas con solo gestágeno, de eficacia altamente probada, ya que la eficacia frente al embarazo solo depende de este último. Entre ellos, encontramos la píldora de solo gestágeno (conocida como minipíldora), implantes subdérmicos o el dispositivo intrauterino que libera levonorgestrel (DIU). Pero hay que recordar que con esta composición puede producirse cierta irregularidad menstrual.